En entornos industriales y comerciales, la detección temprana y precisa de gases peligrosos es esencial para garantizar la seguridad de los trabajadores y proteger las instalaciones. Un detector de gas fijo es una herramienta confiable y avanzada que permite monitorear continuamente la presencia de gases tóxicos y combustibles en el ambiente, alertando sobre posibles riesgos y facilitando una respuesta rápida ante situaciones de emergencia. En este artículo, exploraremos los aspectos destacados de los detectores de gas fijos, así como algunos de los modelos y marcas más importantes en el mercado.
Un detector de gas fijo es un dispositivo de detección y monitoreo diseñado para identificar y medir la concentración de gases potencialmente peligrosos en un área específica. Estos detectores se instalan de forma permanente en lugares estratégicos, como plantas industriales, almacenes, laboratorios y otros espacios donde pueden existir riesgos de exposición a gases tóxicos o inflamables. El funcionamiento de estos detectores se basa en la utilización de sensores especializados que reaccionan a la presencia de gases específicos y generan señales de alarma cuando los niveles superan ciertos límites preestablecidos.
Los detectores de gases fijos son sensores de gases destinados a la detección y medida de concentraciones de gases: gases explosivos (gas natural, GLP, hidrocarburos, disolventes, alcoholes), gases tóxicos, compuestos orgánicos volátiles (COV), gases asfixiantes (falta de oxígeno) o freones (refrigerantes).
En resumen, los detectores de gas fijos son una herramienta vital para garantizar la seguridad en entornos industriales y comerciales. Su capacidad de monitoreo continuo y detección temprana de gases peligrosos proporciona tranquilidad y protección para trabajadores y empresas. Al considerar la implementación de detectores de gas fijos, es importante elegir modelos y marcas confiables y reconocidas en el mercado, como los mencionados anteriormente, para asegurar una detección precisa y eficiente de gases peligrosos en tu lugar de trabajo.
La mayoría de los detectores de gas fijos tienen una salida lineal de 4-20 mA que les permite conectarse a una unidad de detección de gas y cuentan con la certificación ATEX. Algunos modelos más avanzados también tienen una pantalla digital, relés de alarma o comunicación digital. Para cada tipo de gas, existe una tecnología de celdas específica, lo que garantiza la precisión y repetibilidad de las medidas… (Más información sobre las tecnologías de celdas).
A diferencia de los detectores de humo, los detectores de gas no son obligatorios. Sin embargo, cada año son de lamentar incidentes por fugas de gas. Por lo tanto, se recomienda instalar un detector de gas en el hogar y es una de las medidas preventivas a adoptar para garantizar su seguridad.
Tener un detector de gas en casa también es una baza a tu favor de cara a tu seguro, especialmente en caso de daños imputables a tu instalación de gas.
El detector de gas es un dispositivo compuesto por un sensor catalítico que produce una reacción química tan pronto como se detecta una fuga de gas en la carcasa. Gracias a esta reacción química, se dispara una alarma para avisar a todos los ocupantes. El detector de gas permite tanto prevenir fugas de metano, butano y propano. Algunos modelos detectan solo un tipo de gas, otros pueden detectar varios. Es capaz de prevenir fugas de gas desde el principio para evitar explosiones o intoxicaciones por monóxido de carbono. Una vez advertidos, los habitantes pueden cortar rápidamente el suministro de gas al medidor para detener la fuga. Se aconseja entonces ventilar el alojamiento y llamar a los servicios de emergencia si es necesario.
La instalación de un detector de gas no es obligatoria, pero sí muy recomendable. Sin embargo, en 2008 se presentó un proyecto de ley para hacer obligatorio el detector de gas en todas las viviendas. Esta propuesta se basó en cifras preocupantes que anunciaban casi 6.000 casos de intoxicación por monóxido de carbono en Francia, incluidas 300 muertes.
Existen varios tipos de detectores como los detectores de gas ciudad capaces de detectar fugas de gas natural y detectores dedicados al gas butano o propano. También se ofrecen modelos híbridos capaces de detectar todo tipo de gases. Por lo tanto, primero es importante elegir un dispositivo adaptado al tipo de gas utilizado en el hogar. Entonces, es fundamental tener en cuenta la alarma, debe estar perfectamente configurada y lo suficientemente potente como para poder despertar a los habitantes del alojamiento en caso de fuga. Para ello, es recomendable comprar un detector de gases con el marcado CE que certifique su calidad. Algunos modelos también son capaces de enviar una alerta al teléfono en caso de detección de fugas, otros están equipados con una función de memoria que le permite saber si hubo humos de monóxido de carbono en su ausencia. Muchos modelos están disponibles en el mercado a precios que oscilan entre los 15 y los 60 euros, sin incluir el coste de la instalación por un profesional si fuera necesario.
Es muy fácil y rápido instalar un detector de gas, simplemente fíjelo en la pared con tornillos de fijación. Puedes hacerlo tú mismo o contratar a un profesional. Las recomendaciones de instalación no son las mismas según el tipo de detector. De hecho, un detector de gas natural debe colocarse muy por encima de la fuente de combustión (caldera de gas, cocina de gas, etc.) a unos 30 cm del techo, porque el metano, al ser más ligero que el aire, subirá rápidamente. Los detectores de butano o propano deben instalarse cerca del suelo, a unos 30 cm del suelo y por debajo de la fuente de combustión, estos son gases pesados que tenderán a descender cerca del suelo en caso de fuga.
Para poder detectar rápidamente las fugas de gas, los detectores deben colocarse lo más cerca posible de la fuente de gas, entre 1 y 4 metros según el modelo. Sin embargo, es importante evitar instalarlos cerca de corrientes de aire para no distorsionar el funcionamiento del detector.
Existe una amplia variedad de equipos de detección de gases que pueden tener el mismo aspecto. Pero en una inspección más cercana, cada dispositivo tiene funciones y características bien definidas, que ofrecen beneficios únicos para cada uno. Por eso, primero debe definir claramente sus necesidades para encontrar el detector de gas adecuado.
Es bueno saberlo: contrariamente a la creencia popular, los detectores de gas no son PPE de Clase III, pero son importantes porque alertan a los operadores sobre un peligro potencialmente mortal. Por lo tanto, la elección de un detector de gas no debe tomarse a la ligera. Aquí te ofrecemos una guía de buenas prácticas para elegir el detector adecuado.
El primer paso es conocer y definir los riesgos. Toda empresa tiene la obligación de realizar una evaluación de riesgos para identificar los peligros potenciales. Entre ellos se encuentran los riesgos asociados a los gases.
Un gas es un enjambre de moléculas que se mueven aleatoria y caóticamente, chocando entre sí y con su entorno. El ejemplo más obvio es el aire que nos rodea, que está formado por diferentes moléculas de gas. Por lo tanto, los gases son ubicuos y presentan muchos peligros. Se clasifican en 3 categorías de riesgo:
El segundo paso para adquirir un equipo de detección de gas es identificar el objetivo. Una vez definido esto, le permitirá orientarse hacia la mejor solución. Hay varias motivaciones como:
Obtener informes de gestión para un jefe de obra (notificaciones por alarmas remotas o externas, datos de eventos,)
Cumplir con la normativa por el lado legal
Respetar las condiciones especiales impuestas por las aseguradoras
Cualquiera que sea el propósito principal, debe recordarse que existe una solución de detección de gas para proteger la vida humana. La motivación, ya sea legal, para aseguradoras o administradores de sitios, define el tipo de detección de gas fija o portátil, así como las funcionalidades y características para cumplir el objetivo.
Identificar los gases a detectar y el origen de su potencial emisión
Una solución de detección de gas perfectamente adaptada debe ser capaz de detectar la presencia de un gas en particular y activar una alarma antes de que se alcancen niveles de concentración peligrosos.
Es importante recordar que la identificación de todos los peligros potenciales es responsabilidad del usuario final. Es la evaluación de riesgos la que permite identificar los gases a detectar. ¿Qué hacer con esta información?
Identificar el tipo de riesgo al que te enfrentas: inflamable, tóxico y/o asfixiante te permite determinar el tipo de sensores
Determinar los niveles relativos de concentración que pueden resultar peligrosos permite definir los umbrales de alarma, la posición del sensor en caso de detección fija de gas, …
La identificación de posibles fuentes de fugas de gas ayuda a determinar la cantidad y la ubicación de los sensores necesarios para un sistema fijo de detección de gas. Por otro lado, si no se conocen las fuentes de las fugas, se debe dar preferencia al uso de un dispositivo portátil de detección de gas.
Las fuentes comunes de emisiones de gases incluyen:
Los detectores de gas están equipados con sensores que son sensibles a las condiciones ambientales. Puede haber repercusiones en su rendimiento, precisión y fiabilidad. Los niveles de temperatura, humedad y presión observados en el sitio tienen, por lo tanto, una influencia directa en el tipo de equipo a elegir.
Es importante determinar si el equipo se utilizará en interiores o exteriores, ya que esto tendrá un impacto significativo en la elección de la clasificación del gabinete:
En el exterior, el detector estará expuesto al viento, la lluvia o el rocío de sal. Debe ser capaz de soportar los efectos corrosivos de dicho entorno.
En interiores son suficientes cajas menos robustas, pero es necesario definir la exposición al agua (chorros de agua para lavar) o al polvo (suciedad).
Determine si existen condiciones ambientales distintas de las climáticas que puedan influir en la elección de un tipo de equipo, como la tecnología de detección.
Ejemplo 1: El sulfuro de hidrógeno tiene propiedades corrosivas u otros compuestos atmosféricos que pueden afectar negativamente la confiabilidad de algunas tecnologías de detección.
Ejemplo 2: Sustancias a base de silicona que tienen propiedades inhibitorias sobre las tecnologías de detección de filamentos catalíticos.
Otros factores, como las posibles variaciones resultantes del propio proceso de producción, las fluctuaciones diurnas y nocturnas o la variabilidad estacional, también pueden influir en el tipo de equipo que será apropiado.
Defina el nivel de seguridad necesario para este equipo en ciertas áreas peligrosas. Dependiendo de la zona, debe llevar un dispositivo con certificación ATEX adecuada (Zona O: Ex 1G…, Zona 1: Ex 2G, Zona 2: Ex 3G…, etc.)
Es esencial adoptar un enfoque holístico al considerar la funcionalidad de un equipo. Hay variaciones significativas entre los productos y cuantas más funciones, mayor es el costo.
Algunos ejemplos que ofrecen al usuario ventajas adicionales y hacen que un producto sea más adecuado que otro en un caso concreto:
Hay mucho en juego porque no basta con equiparse con dispositivos de detección de gases para cumplir una legislación, una norma o cumplir con las exigencias de las aseguradoras. El objetivo es proteger a los operadores: un detector de gas que sea fácil de manejar será más fácil de usar por parte de los operadores.
El tiempo de inactividad de los equipos de detección puede causar una caída en la producción. Por eso es necesario elegir soluciones que permitan una sustitución rápida, sencilla y segura de los sensores.
La elección de la tecnología de detección de gases es otro factor importante porque influye en el mantenimiento, por ejemplo, en el caso de una celda para medir el riesgo de explosión:
En entornos industriales y comerciales, la detección de gases y llamas es crucial para la seguridad operativa. Contamos con una amplia gama de detectores fijos y de llama diseñados para garantizar una detección precisa y oportuna, minimizando riesgos y protegiendo instalaciones y personas.
Los detectores de gas monitorean continuamente la presencia de gases tóxicos, inflamables o asfixiantes, garantizando la seguridad en diversos entornos industriales.
Los detectores de llamas ofrecen una respuesta rápida a la presencia de fuego, minimizando el riesgo de incendios y explosiones.
Los controladores de detección de gas y fuego centralizan la información de los sensores, permitiendo una respuesta rápida y efectiva.
Los sistemas integrales de detección de gas y fuego garantizan una cobertura completa para la seguridad de instalaciones críticas.
La calibración es fundamental para el correcto funcionamiento de los detectores de gas y fuego.
SMC ofrece una gama de detectores y controladores avanzados para monitoreo de gases en entornos industriales.
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