El ácido sulfhídrico (H2S) es un gas incoloro inflamable, de sabor algo dulce y olor a huevos podridos; en altas concentraciones puede ser venenoso. Otros nombres con los que se conoce incluyen ácido hidrosulfúrico, gas de alcantarilla y sulfuro de hidrógeno. Generalmente se puede detectar el olor a bajas concentraciones en el aire, entre 0.0005 y 0.3 partes por millón (ppm) (0.0005 a 0.3 partes de ácido sulfhídrico en 1 millón de partes de aire). Sin embargo, en altas concentraciones, una persona puede perder la capacidad para olerlo. Esto puede hacer al ácido sulfhídrico muy peligroso.
El ácido sulfhídrico ocurre en forma natural y como producto de actividades humanas. Se encuentra entre los gases de volcanes, manantiales de azufre, emanaciones de grietas submarinas, pantanos y cuerpos de aguas estancadas y en el petróleo crudo y gas natural. El ácido sulfhídrico también está asociado con alcantarillas municipales, plantas para el tratamiento de desagües, operaciones de manejo de cerdos y abonos y operaciones relacionadas con pulpa de madera y papel. Las fuentes industriales de ácido sulfhídrico incluyen a las refinerías de petróleo, plantas de gas natural, plantas petroquímicas, plantas de hornos de coque, plantas que procesan alimentos y curtidurías. En la boca y en el tracto gastrointestinal hay bacterias que producen ácido sulfhídrico al degradar materiales que contienen proteínas de origen animal o vegetal. El ácido sulfhídrico es uno de los componentes principales en el ciclo natural del azufre.
El sulfuro de hidrógeno (H2S) es un gas que se encuentra comúnmente durante la perforación y producción de petróleo crudo y gas natural, además de en el tratamiento de aguas residuales e instalaciones de servicios públicos y alcantarillado. El gas se produce como resultado de la descomposición microbiana de materiales orgánicos en ausencia de oxígeno. Incoloro, inflamable, venenoso y corrosivo, el gas H2S es perceptible por su olor a huevo podrido. Con una toxicidad similar a la del monóxido de carbono, que impide la respiración celular, el control y la detección precoz del H2S podrían significar la diferencia entre la vida y la muerte.
El gas es una amenaza silenciosa, a menudo invisible para los sentidos del cuerpo. La inhalación es la principal vía de exposición al sulfuro de hidrógeno. Aunque algunas personas pueden olerlo fácilmente en pequeñas concentraciones, la exposición continuada incluso a niveles bajos de H2S amortigua rápidamente el sentido del olfato (desensibilización olfativa). La exposición a niveles elevados del gas puede amortiguar el sentido del olfato de forma instantánea. Aunque el olor del H2S es una característica, el olor no es un indicador fiable de la presencia de gas H2S o para indicar concentraciones crecientes del gas.
El H2S irrita, entre otras cosas, las mucosas del cuerpo y las vías respiratorias. Tras la exposición, los síntomas a corto plazo, o agudos, pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, convulsiones e irritación de los ojos y la piel. Las lesiones del sistema nervioso central pueden ser inmediatas y graves tras la exposición. En concentraciones elevadas, bastan unas pocas respiraciones para inducir la inconsciencia, el coma, la parálisis respiratoria, las convulsiones e incluso la muerte.
El ácido sulfhídrico es liberado principalmente en forma de gas y se dispersa al aire. Sin embargo, en algunas ocasiones, puede ser liberado en el residuo líquido de una industria o como resultado de un evento natural. Cuando se libera en forma de gas, permanece en la atmósfera durante un promedio de 18 horas. En este período, el ácido sulfhídrico puede transformarse a anhídrido sulfuroso y a ácido sulfúrico. El ácido sulfhídrico es soluble en agua. En agua forma un ácido débil.
Su cuerpo fabrica pequeñas cantidades de ácido sulfhídrico. El ácido sulfhídrico es producido por las bacterias que ocurren naturalmente en la boca y es en parte responsable del mal aliento. La degradación de proteínas que contienen azufre por bacterias en el tracto gastrointestinal también produce ácido sulfhídrico. Los niveles de ácido sulfhídrico en el aire y el agua son típicamente bajos. La cantidad de ácido sulfhídrico en el aire en Estados Unidos es de 0.11 a 0.33 partes por billón (ppb) (una milésima de ppm). En áreas despobladas de Estados Unidos se han detectado concentraciones entre 0.02 y 0.07 ppb. La cantidad de ácido sulfhídrico en aguas superficiales es baja porque el ácido sulfhídrico se evapora fácilmente. Las concentraciones de ácido sulfhídrico en el agua subterránea son generalmente menores de 1 ppm; sin embargo, las concentraciones de azufre que se han medido en aguas superficiales y aguas residuales han variado entre algo menos de 1 ppm hasta 5 ppm. Las exposiciones domésticas al ácido sulfhídrico pueden ocurrir a causa del uso impropio de materiales para limpiar desagües. El ácido sulfhídrico puede encontrarse en agua de pozo y puede formarse en calentadores de agua, dándole al agua un olor a huevo podrido. El humo de cigarrillo y las emisiones de vehículos a gasolina contienen ácido sulfhídrico. La población general puede estar expuesta a niveles bajos de ácido sulfhídrico como resultado de liberaciones accidentales o intencionales desde fábricas de papel; perforación y refinación de gas natural; y de áreas de actividad geotérmica alta tales como manantiales de aguas termales.
Las personas que trabajan en ciertas industrias pueden estar expuestas a niveles de ácido sulfhídrico más altos que la población general. Estas industrias incluyen la manufactura de tejidos de rayón, manufactura de pulpa y papel; operaciones de perforación de petróleo y gas natural; y plantas de tratamiento de aguas residuales. Los trabajadores en fincas con fosos donde se almacenan abonos o en vertederos pueden estar expuestos a niveles de ácido sulfhídrico más altos que la población general. Como miembro del público en general, usted podría estar expuesto a cantidades de ácido sulfhídrico más altas que lo normal si vive cerca de una planta de tratamiento de aguas residuales, cerca de donde se conducen operaciones de perforación de petróleo y gas natural, cerca de una finca donde hay ganado o se almacena abono o cerca de un vertedero. La exposición debido a estas fuentes ocurre principalmente al respirar aire que contiene ácido sulfhídrico.
El ácido sulfhídrico entra a su cuerpo principalmente a través del aire que respira. Cantidades mucho más bajas pueden entrar a través de la piel. El ácido sulfhídrico es un gas, de manera que es improbable que usted se exponga por ingestión de esta sustancia. Cuando usted respira aire que contiene ácido sulfhídrico o cuando el ácido sulfhídrico hace contacto con la piel, pasa a la corriente sanguínea y es distribuido a través de todo el cuerpo. En el cuerpo, el ácido sulfhídrico es transformado principalmente a sulfato y es eliminado en la orina. El ácido sulfhídrico es eliminado del cuerpo rápidamente.
Los científicos usan una variedad de pruebas para proteger al público de los efectos perjudiciales de sustancias químicas tóxicas y para encontrar maneras para tratar a personas que han sido afectadas.
Una manera para determinar si una sustancia química perjudicará a una persona es averiguar como el cuerpo absorbe, usa y libera la sustancia. En el caso de algunas sustancias químicas puede ser necesario experimentar en animales. La experimentación en animales puede ayudar a identificar problemas de salud tales como cáncer o defectos de nacimiento. Sin el uso de animales de laboratorio, los científicos perderían un método importante para tomar decisiones apropiadas para proteger la salud pública. Los científicos tienen la responsabilidad de tratar a los animales de investigación con cuidado y compasión. Los científicos deben adherirse a estrictos reglamentos para el cuidado de los animales porque actualmente hay leyes que protegen el bienestar de los animales de investigación.
La exposición a concentraciones bajas de ácido sulfhídrico puede causar irritación de los ojos, la nariz o la garganta. También puede causar dificultad para respirar en personas asmáticas. Las exposiciones breves a concentraciones altas de ácido sulfhídrico (más de 500 ppm) pueden producir pérdida del conocimiento. En la mayoría de los casos, la persona parece recuperar el conocimiento sin sufrir otros efectos. Sin embargo, en muchos individuos, pueden ocurrir efectos permanentes o de largo plazo, como por ejemplo dolores de cabeza, lapsos de concentración, mala memoria y alteración de las funciones motoras. En seres humanos expuestos a las concentraciones típicas de ácido sulfhídrico en el ambiente (0.00011 a 0.00033 ppm) no se han descrito efectos a la salud. Se han descrito fatalidades causadas por inhalación de cantidades altas de ácido sulfhídrico en una variedad de ocupaciones, incluyendo trabajo en alcantarillas, plantas para procesamiento de animales, basurales, plantas de tratamiento de lodo, sitios de perforación de petróleo o gas natural y estanques y pozos negros.
Hay muy poca información acerca de los problemas a la salud que podrían ocurrir al ingerir algo que contenga ácido sulfhídrico. No se han descrito casos de personas intoxicadas de esta manera. Algunos cerdos que comieron alimentos que contenían ácido sulfhídrico sufrieron diarrea durante unos días y perdieron peso después de aproximadamente 105 días.
Los científicos tienen poca información acerca de lo que ocurre cuando el ácido sulfhídrico hace contacto con la piel. Sin embargo, se sabe que se debe tener cuidado con el producto licuado a presión para evitar congelamiento de la piel. El ácido sulfhídrico irritará los ojos si usted se expone al gas. Estos tipos de exposiciones son más comunes en ciertas ocupaciones.
No se ha demostrado que el ácido sulfhídrico produce cáncer en seres humanos, y la posible habilidad para producir cáncer en animales no se ha estudiado detenidamente. El ácido sulfhídrico no ha sido clasificado en cuanto su habilidad para producir cáncer.
Aquellos que tengan una exposición prolongada a niveles de gas H2S lo suficientemente altos como para provocar la pérdida de conocimiento pueden seguir experimentando dolores de cabeza, reducción de la capacidad de atención y de las funciones motoras. Los efectos pulmonares de la exposición al gas H2S pueden no ser evidentes hasta 72 horas después de la retirada del entorno afectado. También puede producirse un edema pulmonar retardado, una acumulación de exceso de líquido en los pulmones, tras la exposición a altas concentraciones.
El H2S no se acumula en el cuerpo, pero la exposición repetida o prolongada a niveles moderados puede causar presión arterial baja, dolor de cabeza, pérdida de apetito y pérdida de peso. La exposición prolongada a niveles bajos puede causar erupciones cutáneas dolorosas y ojos irritados. La exposición repetida y prolongada a niveles elevados de H2S puede provocar convulsiones, coma, daños cerebrales y cardíacos, e incluso la muerte.
Esta sección discute los posibles efectos sobre la salud en seres humanos causados por exposiciones desde la concepción a la madurez (18 años de edad).
Es probable que los niños se expongan al ácido sulfhídrico de manera similar a los adultos, excepto por exposiciones ocupacionales. Sin embargo, debido a que el ácido sulfhídrico es más pesado que el aire y los niños tienen menor estatura que los adultos, algunas veces los niños se exponen a una cantidad de ácido sulfhídrico mayor que los adultos. Los problemas de salud que han ocurrido en niños expuestos al ácido sulfhídrico no se han estudiado con profundidad. Los niños expuestos probablemente sufrirán efectos similares a los observados en adultos expuestos al ácido sulfhídrico. No se sabe si los niños son más susceptibles que los adultos al ácido sulfhídrico o si el ácido sulfhídrico produce defectos de nacimiento. Los resultados de estudios en animales sugieren que la exposición a cantidades bajas de ácido sulfhídrico durante el embarazo no produce defectos de nacimiento.
Más pesado que el aire, el gas H2S se acumula en zonas bajas de espacios mal ventilados. En las aplicaciones de petróleo y gas, el gas ácido (productos que contienen gas H2S) en presencia de aire y humedad puede formar ácido sulfúrico, capaz de corroer los metales. Los equipos de las instalaciones, incluidas las superficies internas de varios componentes, se enfrentan a una reducción de la durabilidad y la resistencia al impacto, lo que puede provocar un fallo prematuro.
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) define los Límites de Exposición Permisibles (PEL) al gas H2S de la siguiente manera:
Límite máximo de la industria general: 20 ppm Industria general Límite máximo: 50 ppm (hasta 10 minutos si no hay otra exposición durante el turno) Construcción Límite de 8 horas: 10 ppm Límite de 8 horas en los astilleros: 10 ppm.
Las personas expuestas al gas H2S deben retirarse inmediatamente del entorno tóxico. Los socorristas deben tener cuidado al acercarse a las víctimas que no pueden evacuar de forma independiente, para no resultar ellos mismos perjudicados por la exposición al H2S. Se recomienda la protección respiratoria al entrar en un entorno de H2S, así como una línea de seguridad, debido a los efectos tóxicos tan rápidos del gas. No existen antídotos probados para la intoxicación por gas H2S, pero los efectos secundarios y los síntomas pueden tratarse o controlarse. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización.
La Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades (ATSDR) recomienda que llame a su médico o acuda a urgencias si presenta algún efecto secundario o síntoma inusual en las siguientes 24 horas:
Tos, sibilancias, dificultad para respirar, falta de aire Dolor u opresión en el pecho Dolor de estómago, vómitos Dolor de cabeza Aumento del enrojecimiento, el dolor o el pus de la zona de la quemadura de la piel
Es importante mantenerse alerta y evitar la complacencia con su programa de seguridad. Los equipos de detección de gases deben calibrarse con regularidad y someterse a frecuentes pruebas de choque.
El sulfuro de hidrógeno es un veneno de acción rápida que afecta a muchos sistemas del organismo. Los sensores de gas portátiles son necesarios para la detección temprana y la alerta, ya que los sentidos del cuerpo no son indicadores fiables. Es importante tener en cuenta los detectores de gas, como el detector de gas inalámbrico G7 de Blackline, ya que alertan al personal de vigilancia de la exposición al gas H2S de los trabajadores. Los dispositivos con un tiempo de respuesta rápido y una construcción robusta son importantes para su uso en entornos difíciles en los que puede haber H2S. Además, como el H2S puede insensibilizar y dejar inconsciente al cuerpo en poco tiempo en concentraciones elevadas, es crucial contar con equipos de monitorización personal conectados.
El Detector de Gas H2S de alta estabilidad detecta el gas H2S (Sulfuro de Hidrógeno) y es utilizado para encontrar fugas de gas. Tiene una respuesta inmediata utilizando el principio de medición electroquímico. Adicional envía los resultados a su pantalla LCD y pueden programarse alarmas en modo sonido o flash.
Este Detector de Gas H2S es de muy fácil manejo por sus dimensiones (133 x 70 x 36 mm) y su peso de 200gr. Es también llamado Exposímetro Digital.
Este detector de gas de precio ajustado ha sido concebido para aplicaciones en las que se requiere una protección contra un gas específico, inflamable o tóxico. El detector de gas es un detector de gas único, avisa a su portador con un tono de alarma penetrante y con una señal óptica (útil en caso de existir ruidos fuertes en el entorno) de la existencia de concentraciones de gas peligrosas y muestra en la pantalla el valor de medición de gas actual. Además, con este detector de gas podrá guardar los valores de medición y si lo desea, los podrá transmitir y valorar en el ordenador. Además, con este detector de gas podrá guardar los valores de medición y si lo desea, los podrá transmitir y valorar en el ordenador, para ello es necesario contar con el software. El registro de datos le permitirá guardar todos los valores de medición en el detector de gas con una cuota de medición desde 1 minuto. El registro es capaz de anotar 900 horas de datos a intervalos de 1 minuto (54.000 registros). Los datos guardados en el detector de gas pueden ser transferidos al ordenador o al portátil en cualquier momento para su posterior valoración.
El detector de gas puede ser calibrado y certificado según la DIN ISO. Además, ha sido comprobado según las directrices más recientes (directriz 94 / 9 / EG y disposición sobre la protección contra explosiones (ExVo)). También se pueden realizar dos a Tres calibraciones al año. Usted elige el sensor (p.e. para qué tipo de gas) con el que debe ser equipado el aparato. Podrá elegir entre varios tipos de sensores para diferentes gases.
Este detector de gas H2S Sulfuro de hidrógeno portátil, permite detectar este gas que se encuentra en alcantarillados y recintos confinados de descarga de residuos y aguas negras. El gas H2S, en altas concentraciones resulta mortal. Las lecturas de concentración de gas de sulfuro de hidrógeno se mostrarán en la pantalla de cristal líquido. El instrumento proporciona una función de alarma de baja concentración / alta concentración que puede configurar el usuario. Cuando el resultado de la detección excede el valor de configuración de alarma preestablecido, el instrumento alertará al usuario con alarmas de sonido, luz y vibración.
Los sensores de sulfuro de hidrógeno (H2S) de General Monitors son dispositivos en estado sólido, diseñados y fabricados para una larga vida útil y una respuesta rápida. Son selectivos al H2S y no se ven afectados por las altas concentraciones de otras sustancias como el hidrógeno, el dióxido de azufre y los vapores de gasolina, que a menudo están presentes en las instalaciones que procesan gas ácido y petróleo crudo. La alta tolerancia diversas temperaturas y humedad permite que estos sensores funcionen en entornos difíciles, al igual que su capacidad para soportar la exposición a altas concentraciones de H2S en períodos cortos.
El detector de gas portátil BX171 es un detector de excelentes prestaciones y reducido tamaño, el cual, debido a su construcción con materiales de gran resistencia y acabado anti-deslizante brinda distintivas características de desempeño para la detección personal de gases tóxicos.
Incorpora un Microprocesador de 32 bits mediante el cual se gestionan todas las operaciones que realiza el instrumento, desde su seteo inicial, autodiagnóstico, puesta a cero, calibración, seteo de fecha y hora y otros.
En cuanto a la medición e indicación, el detector de gas portátil BX171 es un detector por difusión, al cual se le puede adicionar un kit de aspiración eléctrico para aplicaciones que requieran de toma de muestra en forma remota, como ser el caso de tanques, cámaras de inspección, etc.
La indicación es tomada en base a la lectura de los sensores, para lo cual se han empleado sensores de excelente calidad que ofrecen excelente sensibilidad, estabilidad y repetitividad de las medidas. Cuando las lecturas arrojadas por los sensores se encuentran en el umbral de alarma, el detector de gas portátil BX171 posee 3 indicadores de alarma.
El BH-90A-H2S es un detector mono-gas económico portable que puede detectar gases combustibles y tóxicos. Adecuado para detección de fugas de gases tóxicos y combustibles en tuberías subterráneas o minas, para mantener a salvo a los trabajadores y prevenir daños en los alrededores.
El detector posee un sensor de excelente calidad el cual hace la detección por difusión natural. Tiene buena sensibilidad y reproducibilidad. El detector adopta un controlador MCU integrado que lo hace fácil de operar.
WD6200 es un detector de gas fijo instalado en un lugar donde existe un peligro potencial de gas para medir oxígeno, gas tóxico y gas combustible. Muestra no solo la concentración de gas, sino también el resultado de diagnóstico de la unidad a través de la pantalla LCD y se puede conectar al panel de control con una comunicación analógica estándar de 4-20 mA.
Diseño de módulo de sensor inteligente, fácil de reemplazar
WD6200 mide la concentración de gases inflamables, gases tóxicos, oxígeno y COV
Estructura a prueba de explosiones
Diseño a prueba de agua y polvo.
Pantalla LCD
Control remoto IR para configuración y calibración.
Detector de gas portátil e6000 es un detector de gases unidos que mide un máximo de seis (6) gases, para proteger los desastres causados por la deficiencia de O2, el envenenamiento por gases tóxicos y la explosión de gases combustibles. Mide continuamente un máximo de seis gases de gas combustible, O2 y gases tóxicos, y muestra sus concentraciones. Una vez que ocurre el riesgo, también se activa la alarma (visual, audible y vibratoria). Al adoptar un módulo de sensor inteligente intercambiable, se puede hacer para detectar 5 gases y 6 gases.
Existen diferentes agentes potencializadores de riesgo a largo o a corto plazo, que ponen en peligro la salud y la vida de las personas, por eso es necesario utilizar equipos de detección de gases tanto en ámbitos residenciales, industriales y comerciales.
Existen 3 riegos que se pueden evitar al utilizar un detector de gas:
Atmosferas inflamables
Ambientes tóxicos
Desplazamiento de oxígeno.
Se utilizan los detectores de gases para proteger la vida de las personas y las propiedades o activos.
Se utilizan detectores de gases para avisar previamente condiciones peligrosas.
Se utilizan detectores de gases para proveer tiempo y remover las personas en situaciones peligrosas o en situaciones de posibles riesgos
Se utilizan detectores de gases al armar y registrar diversos eventos y así poder tomar decisiones a largo plazo
Se utilizan detectores de gases para atender regulaciones locales o internacionales y proveer variables de seguridad a los colaboradores.
El nuevo monitor portátil personal de uno o dos gases ALTAIR 2X o ALTAIR 2XT ha sido configurado especialmente para trabajos en la industria de Gas y petróleo. Posee la capacidad de poder medir Ácido Sulfhídrico (H2S) o, en la versión de medición de dos gases, Ácido Sulfhídrico (H2S) y Dióxido de Azufre (SO2) a la vez.
Posee una pantalla monocromática de alto contraste, que permite mostrar caracteres superiores a 2.18 cm. de altura, un diseño robusto, para soportar múltiples caídas de 7.5 metros de altura sobre concreto.
Incorpora una alarma triple direccionada a 3 sentidos distintos del cuerpo (auditiva 95dB @ 30 cm), visual (Leds categoría ultra brillante) y vibratoria (Standard) en simultáneo con la finalidad de dar una mayor efectividad al momento de alertar al usuario, reduciendo los riesgos por no reconocimiento de alarma.
Diseñado “resistente a la industria alimentaria” para áreas de lavado, células de voladura, salas de máquinas, etc.
Placa de circuito sellada en material de maceta para proteger los componentes sensibles del sensor y el rastreo de cobre de la corrosión.
Adaptables al medio ambiente, las carcasas calefactoras NEMA 3RX son seguras para exteriores y áreas de lavado.
Ideal para salas de máquinas, congeladores, muelles, células de explosión, áreas de procesamiento de alimentos, sistemas de refrigeración, cervecerías, refinerías y más.
Calentador incorporado en 3 etapas para temperaturas de congelación.
Incluye una garantía de 2 años en el elemento de detección y el transmisor.
SGS incluido en UL 61010-1 y CSA C22.2 n.º 61010-1-12
– El equipo Altaír 4X es un detector de cuatro gases cuya propiedad física es la detección por difusión.
– Está diseñado para utilizarlo en la industria petrolera; permite advertir el TWA y el STEL de los gases tóxicos. Así como el 100% LEL de los gases explosivos.
– El sensor de O2 advierte la deficiencia y enriquecimiento del mismo en atmosferas de trabajo peligroso.
– Cumple con el IP67 (robusto para uso extremo)
– Dispositivo de mano, pantalla de visualización LCD, luz de fondo y caracteres grandes e íconos fácil de identificar. Setting de hora y fecha. Visualización de la última fecha de calibración.
– Tres interruptores o botones claramente marcados e intuitivos para acceder a las funciones. Botón de encendido fácilmente identificable.
– El dispositivo detecta y mide 4 gases: Gas Combustible (LEL), O2, CO y H2S. El detector registra y almacena hasta 500 eventos.
– Rangos de detección según sensor:
LEL: 0 – 100% LEL (gases combustibles)
Oxigeno: 0 – 25% Vol.
Monóxido de Carbono: 0 – 999 ppm
Sulfuro de Hidrógeno: 0 – 200 ppm
– Capacidad de activar/desactivar el sensor individual de cada celda.
– El dispositivo posee alarma de sensor faltante, en caso alguno de los sensores haya sido sustraído.
– Posee alarmas visuales (diodos LED) que parpadean en la parte superior e inferior del equipo.
– Opción FAS: calibración de Aire Fresco.
– Parámetros ajustables protegidos por contraseña.
– Señales auditivas y visuales periódicas indican operación de dispositivo. Posee opción de desactivado de señales.
– Función Motion Alerta. La alarma se activa cuando no detecta movimiento durante 30 segundos (95dB)
– Función Instant Alerta. permite manualmente la activación de todas las alarmas si la situación lo requiere.
– Función Lock Alarma. la alarma se bloqueará cuando el nivel de gas combustible llega al 100%LEL., así mismo se bloqueará cuando supere el STEL (gas tóxico) y /o deficiencia o enriquecimiento de oxígeno.
– El dispositivo posee alarma vibratoria estándar.
– El tiempo de operación del detector es de 16 horas de uso continuo. La Alarma de Batería Baja se activa 10 minutos previos mediante señales sonoras, vibratorias y auditivas. La batería es recargable.
– Para la calibración del detector, además de la tapa de calibración, el cilindro, el regulador, y tubería para el suministro del gas, no se requiere ninguna herramienta especial.
– El gas de calibración se ofrece en cilindros de configuraciones estándar (LEL, O2, CO y H2S) El tiempo de verificación del equipo no excede los 10 segundos.
– Operación en rangos de temperatura: 0 – 40ºC, -20 – 50ºC y -40 – 20ºC (en periodos de 15 minutos)
– Material de la carcasa: caucho moldeable – Alarmas sonoras, visuales y vibratorias. – Comunicación MSA Link (comunicación infrarroja) – LED de seguridad (verde) y de falla (amarillo) – Incluye: entrada para calibración y verificación del sensor, bocina, botones de operación y botón de encendido/apagado. – Pantalla para leer la concentración de gas en el ambiente. – Leds de alarma. – Clip trasero para uso personal y ser sujetado cerca del hombro, permitiendo resguardar la exposición del usuario a espacios de trabajo peligrosos. – Conexión de carga para batería. – Leds de carga rojo -verde. – IP 67 (robusto para uso extremo) – Marca de Bumb Test se muestra durante 24 horas. – Alarma audible de 95 db a 30 cm. – Garantía del sensor de 3 años. – Tiempo de respuesta del sensor: 15 segundos.
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